¿Cómo prepararnos para un nuevo miembro en la familia?

¿Cómo prepararnos para recibir al nuevo miembro de la familia?

Con mucho amorcillo y buena predisposición lo primero. Y también con paciencia, mucha paciencia.

No hay por qué estresarse, que al final muchos se agobian y se les hace una montaña. No es así. Es mucho más fácil. Perderle el miedo a esos primeros días, semanas o meses va en beneficio de todos.
Un cachorro te cambia el paso y te condiciona un poco la vida. Pero hay que intentar conseguir ese equilibrio familiar (como dice Lorena de CanEvolution) lo más pronto posible.

Así es que para nosotros lo primero empieza con relajarse uno mismo.
Cuando el pequeño llega a casa dejadle olfatear, dejarle que husmee todos los rincones, cocina, baño, pasillo, habitaciones,… que tome contacto con su nuevo hábitat.
Fundamental buscarle un lugar, “su sitio”, un rinconcito tranquilo que le proporcione confort, le dé seguridad y confianza y que veas que se siente bien ahí. Ese es su sitio.

Comedero, bebedero, a nosotros nos gusta de acero inoxidable por resistencia y duración que estos son muy brutos. El plástico les encanta morderlo.
Cama, confortable, no hay más. Puede que la rompa y se coma un trozo, hay que andar con cuidado con eso que los trapos y los rellenos pueden producir atascos estomacales y complicaciones. Ojo!
Juguetes, que obviamente querrán no solo coger si no mordisquear, por tanto resistentes. Donde los compres, pero resistentes. Los Weimaraner tienen buena mandíbula.
Chuches, masticables, premios. Mira, lo más natural que encuentres. Los más blanditos y jugosos les molan mucho. Masticables (orejas, tendones,…) que si encima de morderlo puedo comérmelo fantástico. Tampoco a todas horas.

Y está el tema del transportín y el parque. Bueno, de los temas controvertidos. Pero hay que pasar por la experiencia para saber qué conviene. Lo veíamos tremendo y ahora lo vemos Mano de Santo. Se convierte en su zona de confort y le ayuda a “bajar” actividad. Y esto en un weimaraner es importante. Introducir el transportín desde bien pronto, poco a poco, con suavidad, sin posiciones radicales para que él vea que no pasa nada, que ahí ocurren cosas buenas, descanso, comida, chuches, masticable, … que estar ahí mola mucho. Y ellos tranquilos y nosotros también. De todas formas este tema da para un post a parte o dos! Así es que llegado el momento lo retomaremos.

Recordad una cosa, os contamos nuestra experiencia, lo que nos han ido enseñando y hemos aprendido a base de probar y probar.

Así es como debemos prepararnos para recibir un nuevo miembro en la familia.
Muchas cosas no nos gustan a priori. Pero hay que probarlas y luego ya vamos viendo.
Os seguiremos contando!

Fermín y Salva