Algunas Razones para tener un Weimaraner

Algunas Razones para tener un Weimaraner o Braco de Weimar (hay más)

Cuando te planteas convivir con un perro y tu vista y tu emoción se fijan en un Weimaraner caes rendido cautivado por su imagen arrolladora. Pero… no sabes. Y no sabes porque hay toda una incertidumbre por delante. Porque es una aventura nueva en la que adentrarte, porque de pequeño tuviste la suerte de tener un perro en la familia y lo echas de menos o simplemente porque algo te remueve por dentro y buscas esa proximidad.

La duda y quizás la inquietud están ahí. ¿Quién no ha pasado por algo así? No es fácil a priori saber. De ahí todas esas preguntas que nos hacéis, esas dudas que nos transmitís y también esas cuestiones que os planteamos desde el primer momento. Intentamos aclarar un poco esa madeja inicial. Si nuestra experiencia os sirve de algo bienvenida sea.

Pero bueno, a lo que íbamos, y ahí van algunas razones de peso para querer convivir con un Weimaraner:

Condiciona tu vida. Porque ya nada volverá a ser igual, es una gran responsabilidad que hay que aceptar.

Te muestra lo que eres. Como si fuera un espejo en el que te reflejas. Te muestra lo que eres, lo que llevas dentro, lo mejor y lo peor. Todo tipo de reacciones. Así es que si eres un poco listo podrás observarte a través de él: te enseñará cosas de ti mismo que desconocías o simplemente no querías ver. Mirarte a través de él es un ejercicio altamente educativo.

Te recibe efusivo. Te huele a metros de distancia, en cuanto oye un sonido imperceptible para nuestro oído, el ascensor o la llave en la puerta. Sus demostraciones de alegría y felicidad parecen no tener fin. Te recibe mejor que nadie.

Te ama. Incondicionalmente. Y eso también te enseña cosas de ti. A recibir su afecto y a aprender a devolverlo.

Pone a prueba tu paciencia. Que te quede claro: la pone. Son intensos y a veces testarudos. Imprescindible armarse de entereza y respirar profundo.

Te pone las pilas. ¿Que quieres estar tirado en el sofá todo el día? Pues no, no es posible. Te pide salir (lo necesita). Y te mueves con él, hace que te actives. Nada de sofá infinito. Movimiento, acción. Un buen paseo, una larga caminata, monte y campo o playa a ser posible, naturaleza, deporte acompañado. Cualquier cosa.

Y también para, se detiene. Pasa de 0 a 100 en cero coma, y de 100 a 0 en cero coma. Y entonces la vida se tiñe de una tranquilidad inusual y es como si te concedieran permiso para poder hacer otras cosas, como por ejemplo tener paz.

Sin duda que hay muchas más razones. Pero también es bueno lanzarse a descubrirlas. La experiencia es una aventura que bien vale la pena y la recompensa está esperándonos con esa mirada profunda, preciosa y muy especial.

En Facebook e Instagram  podéis encontrar muchas imágenes sobre nuestra vida con los Braco de Weimar.

Si queréis leer más post como este, podéis visitar nuestro Blog.

Gracias por llegar hasta aquí,

Fermín y Salva

El Braco de Weimar está de moda

Hace poco leíamos acerca de que el Braco de Weimar “está de moda”. Una sentencia que resulta cuanto menos inquietante. Pero, ¿De moda? ¿Si? ¿Es por ello que la gente quiere “tener un Braco de Weimar”? ¿Por eso lo queremos con nosotros, por estar de moda, ese es el valor que le damos?
La cuestión, bastante lejos de planteamientos frívolos, es saber si estamos preparados o no para hacernos cargo y convivir con un Weimaraner. ¿Lo estamos?

Las modas pasan, algunas muy rápidamente. Un perro, un Weimar, tiene una expectativa de vida de entre 10/14 años, con suerte. Y durante todo ese tiempo va a estar bajo nuestra responsabilidad y dependerá de nosotros para muchas cosas. Para casi todo.
Son muy afectivos, cariñosos al máximo, dependientes de sus dueños y muy fieles, tanto que pueden llegar a sufrir el llamado estrés por separación, y muy activos.

Necesitan de una relación humana a su altura:
  • Interacción
  • Salidas diarias
  • Cuidados sanitarios
  • Veterinario
  • Vacunaciones
  • Higiene
  • Alimentación
  • Educación
  • Relaciones sociales
  • Condicionantes de todo tipo: para salir de viaje, para buscar alojamiento o restaurante. De todo.

Una moda se desecha cuando nos cansamos de ella, cuando ya nos aburrimos, ahora se lleva esto o lo otro. O cuando nos molesta porque nos obliga a estar pendientes y nos condiciona. Esto sí que es importante: nos condiciona. Y hay que estar preparados y aceptarlo.

Esto no es una moda, es una forma de vida.

Los Weimaraner son perros especiales… para gente especial. Alguien dijo esto alguna vez y hay que creer en ello firmemente. Especiales, muy especiales. Inteligentes, elegantes, bellos, activos, afectivos, fieles, defensores. Todo esto y mucho más. Hay que estar preparado y olvidarse por completo del capricho. Nunca un Weimaraner puede ser un capricho, o una moda.


Aunque los tiempos actuales con sus estilos de vida corren a su favor, innegablemente. Salir al campo o vivir en él, llevar un tipo de vida activo, la percepción de que es un miembro más de la familia, nuestra sensibilización acerca de la responsabilidad que conlleva. Cuando pienses en poder compartir tu vida con un Weimaraner pregúntate antes ¿Estoy dispuesto a asumir mi responsabilidad, pase lo que pase?
Piénsalo bien porque un Weimaraner bien vale la pena.

En Facebook e Instagram  podéis encontrar muchas otras instantáneas de nuestros adorados Bracos de Weimar.

Gracias por llegar hasta aquí,

Fermín y Salva

De Almasae, nuestra pasión por el mundo de la crianza

Cachorros. Si tuviéramos que poner una palabra para identificar nuestra actitud en esto del mundo perruno y nuestra pasión por el mundo de la crianza diría eso: cachorros.

Ellos nos hacen felices, primero a nosotros y luego a sus futuras familias. No tenemos más que ver la cara que se les pone cuando toman el cachorro en brazos para entender por qué hacemos este trabajo. Nos entusiasma esa parte afectiva tan chula de nuestra relación con los perros.

Nada más emocionante que asistir al parto, tomar un cachorro con las manos, ayudar a romper la placenta que lo envuelve, reanimar, cortar y atar cordones umbilicales, limpiarlo, revisarlo, pesarlo, ayudarle a encontrar la teta y ver como empieza a mamar, como toma fuerzas, como se enfrenta a la Vida y lucha por ella. Esto nos da fuerzas, nos anima, nos empuja a seguir. Es el sentido. Como si se abriera una ventana y entrara aire fresco. Sabes que después vendrá todo una historia, que esto solo es el principio.

Quién nos iba a decir a nosotros que acabaríamos sintiendo esta pasión por el mundo de la crianza. Desde el minuto cero. Una de tantas imprevisiones que nos regala la vida. Pero mira, nos gusta contribuir en su llegada al mundo y saber a priori que vamos a hacer lo mejor por ellos.

Luego van creciendo, tan rápido! Etapas iniciales de su vida, una detrás de otra, cada una con sus peculiaridades. Al principio eso, agarrarse a la vida hasta afianzarse. Luego “Ya abren los ojos!” Y se te ilumina la sonrisa. Destete y más crecimiento. Peluches, juguetes. Y salida al Puppies Park con una nueva etapa. Y allí más juguetes y de todo. Y así así van marchando con sus familias aunque de vez en cuando alguno se quedan con nosotros renovando el equipo, nuevos fichajes. Pero esto ya es otra nueva etapa.

 

Cachorros. Un punto de partida. Una atracción que va tomando también otros caminos: temas relacionados con la educación, el mundo veterinario, exposiciones caninas, complementos o sencillas relaciones humano/perro… hay tantas posibilidades!

A nosotros nos gusta la crianza, es lo que hay. Por encima de todo. Ver cómo evoluciona la vida y, en algunos casos, asistir a su partida. Todo un proceso de Vida. Cachorros, para cogerlos en brazos y achucharlos y ayudarles y verlos crecer y alentarlos a la vida. Y está es nuestra experiencia y lo que más nos emociona.

En Facebook e Instagram  podéis encontrar muchas otras instantáneas de los primeros días de vida de los cachorros con nosotros.

Gracias por llegar hasta aquí,

Fermín y Salva

La muerte de Anny. Prepararse para una partida

La muerte de una mascota.

No nos preparan para las partidas. Y no, no es nada fácil. Esta sociedad occidental del poseer no deja espacio libre para ello. Parece que todo tiene que ser juventud y bienestar, salud, la vida como un Spa eterno. Así nos lo van enseñando y así lo admitimos embriagados por esa irrealidad cegadora. No queda hueco para la muerte de una mascota.

Con un panorama tan contrario a la muerte prepararse para lo inevitable es difícil y muchas veces un camino demasiado doloroso.
Aceptar, ese reto escarpado y árido. Aceptar que porque se nace se muere y viceversa. Que es un proceso necesario y naturalmente establecido. Y que no hay vuelta por mucho que uno quiera lo contrario.
Aceptar también el dolor, el hueco que dejan en nuestras vidas y que a veces resulta difícil de suplir. Y aceptar que esto es así.
Aceptar que cuando la pena se siente profunda hay que pasar un luto y que éste también forma parte del proceso del morir-vivir-morir-vivir…

La muerte de Anny ha sido especialmente dolorosa y muy vivida. No es la primera que acontece ni va a ser la última, pero lleva connotaciones que nos hacen tambalear. A todos les lloramos. Pero ella fue la primera en nacer con nosotros, hija de nuestra primera camada, la A (de ahí su nombre) y ha estado aquí 13 años y pico. Murió por las complicaciones normales de la vejez así es que a través de ella hemos podido vivir su vida en todo su proceso.


Nacer, vivir, morir.

Nuestro apego y nuestra dependencia por ellos son grandes. Les ayudamos a nacer, les alimentamos, les cuidamos, los llevamos al veterinario, atendemos sus achaques, dependen enteramente de nosotros y a cambio nos dan un afecto incondicional, poderoso y muy hermoso, el amor de un perro. Solo el que lo ha vivido es capaz de entenderlo, añorarlo y llorar la muerte de una mascota.


Para Anny y para todos esos pequeños seres que marcharon después de reconfortar y alegrar nuestra vida van estas palabras.

 

En Facebook e Instagram  podéis encontrar muchas otras instantáneas de lo que fue su vida compartida con nosotros

Gracias por llegar hasta aquí,

Fermín y Salva

¿Puede un Weimaraner vivir en un piso?

¿Puede un Weimaraner vivir en un piso?

Esta es una duda bastante recurrente. Trataremos aquí de daros nuestra visión, nuestra opinión.

Los Bracos de Weimar son perros de campo, de caza en origen, activos e intensos. Y este hecho es el que hace que nos replanteemos la cuestión y así nos la planteáis. Es una pregunta que como criadores nos gusta recibir porque denota responsabilidad.

Está claro que un piso y menos aún una ciudad no es su medio natural y que incluso muchas veces llegamos a plantearnos si lo es o no también para nosotros.
No siempre las condiciones son las ideales, ni la vida la que más nos gustaría. Y tampoco es todo o blanco o negro. Hay que saber apreciar la riqueza de los grises.

Nosotros mismos como raza hemos ido despegándonos poco a poco del campo y el mundo rural para meternos cada vez más en la ciudad. Y ellos han venido con nosotros, claro.

Afortunadamente se puede apreciar últimamente un movimiento en sentido contrario un regreso hacia algo que posiblemente se perdió en el camino de la evolución. Ese contacto con la tierra. Muchos no lo han olvidado y disfrutan saliendo al campo y al monte, a la naturaleza, buscando una compensación a tanto asfalto.

Pues bien, con los Weimaraner ocurre lo mismo.

¿Puede un Weimaraner vivir en la ciudad, en un piso? Puede.

¿Cómo? Pues compensándole con las suficientes salidas a la calle, al parque, al campo y al monte aunque esto último pueda tan solo ser en fin de semana.

Obviamente un Weimaraner no es un perrito de ciudad (si es que es los hay así). Ellos se adaptan, también nosotros. No hay que olvidar que lo que nuestros peques quieren es estar con nosotros, nuestra cercanía. Importante no olvidarlo.

Sal, sal lo más que puedas con él, interactúa, déjale correr y olfatear, relacionarse, déjale que sea perro lo más posible y que se explaye. Que luego, cuando tenga que regresar a casa se sienta satisfecho y feliz. A nada que le prestes atención notarás las señales. Son transparentes.

Un Weimaraner puede vivir en un piso, siempre y cuando seas consciente de ello y le ofrezcas como contrapartida el aire libre que la raza necesita.

Déjanos tus comentarios y síguenos en Facebook e Instagram, ¡te leemos!

¿Cómo prepararnos para un nuevo miembro en la familia?

¿Cómo prepararnos para recibir al nuevo miembro de la familia?

Con mucho amorcillo y buena predisposición lo primero. Y también con paciencia, mucha paciencia.

No hay por qué estresarse, que al final muchos se agobian y se les hace una montaña. No es así. Es mucho más fácil. Perderle el miedo a esos primeros días, semanas o meses va en beneficio de todos.
Un cachorro te cambia el paso y te condiciona un poco la vida. Pero hay que intentar conseguir ese equilibrio familiar (como dice Lorena de CanEvolution) lo más pronto posible.

Así es que para nosotros lo primero empieza con relajarse uno mismo.
Cuando el pequeño llega a casa dejadle olfatear, dejarle que husmee todos los rincones, cocina, baño, pasillo, habitaciones,… que tome contacto con su nuevo hábitat.
Fundamental buscarle un lugar, “su sitio”, un rinconcito tranquilo que le proporcione confort, le dé seguridad y confianza y que veas que se siente bien ahí. Ese es su sitio.

Comedero, bebedero, a nosotros nos gusta de acero inoxidable por resistencia y duración que estos son muy brutos. El plástico les encanta morderlo.
Cama, confortable, no hay más. Puede que la rompa y se coma un trozo, hay que andar con cuidado con eso que los trapos y los rellenos pueden producir atascos estomacales y complicaciones. Ojo!
Juguetes, que obviamente querrán no solo coger si no mordisquear, por tanto resistentes. Donde los compres, pero resistentes. Los Weimaraner tienen buena mandíbula.
Chuches, masticables, premios. Mira, lo más natural que encuentres. Los más blanditos y jugosos les molan mucho. Masticables (orejas, tendones,…) que si encima de morderlo puedo comérmelo fantástico. Tampoco a todas horas.

Y está el tema del transportín y el parque. Bueno, de los temas controvertidos. Pero hay que pasar por la experiencia para saber qué conviene. Lo veíamos tremendo y ahora lo vemos Mano de Santo. Se convierte en su zona de confort y le ayuda a “bajar” actividad. Y esto en un weimaraner es importante. Introducir el transportín desde bien pronto, poco a poco, con suavidad, sin posiciones radicales para que él vea que no pasa nada, que ahí ocurren cosas buenas, descanso, comida, chuches, masticable, … que estar ahí mola mucho. Y ellos tranquilos y nosotros también. De todas formas este tema da para un post a parte o dos! Así es que llegado el momento lo retomaremos.

Recordad una cosa, os contamos nuestra experiencia, lo que nos han ido enseñando y hemos aprendido a base de probar y probar.

Así es como debemos prepararnos para recibir un nuevo miembro en la familia.
Muchas cosas no nos gustan a priori. Pero hay que probarlas y luego ya vamos viendo.
Os seguiremos contando!

Fermín y Salva

 

¿Qué debo saber antes de adquirir un cachorro de Weimaraner?

Plantearse tener un perro por primera vez es atreverse a iniciar una aventura muchas veces desconocida. Y de pronto aparecen las dudas, las preguntas.

¿Cómo va a ser esto, seré capaz?

Un cachorro es algo maravilloso y hermoso, indistintamente de si lo es de una raza depurada o un mestizo, nos enamoran y despiertan ternura siempre. Son la alegría de la casa, la vitalidad a cuatro patas.

Pero hay cuestiones importantes para tener en cuenta a la hora de tomar una decisión. Y algo básico que no hay que obviar es que un perro te va a condicionar la vida. Seguramente va a modificar tus hábitos, quizá también los horarios y va a exigir que lo tengas en cuenta cuando vayas a dar un paso. Cuidados, higiene, veterinario, alimentación…y sin menospreciar para nada lo relativo a la educación. Él está ahí, no te olvides.

Sería caer en un error el pensar que todo va a ser fácil y bonito, tan tierno como la tierna imagen de un dulce cachorro. Sería un tremendo error frustrante. La realidad es otra.

Hacemos muchas preguntas cuando nos llamáis interesados en nuestros ejemplares, todas encaminadas en dos sentidos. De un lado asegurarnos de que se dan las condiciones adecuadas para la convivencia y por otra parte informaros acerca de lo que creemos, según nuestra experiencia, que pueden ser los pros y contras de la vida con un Weimaraner.

Nada mejor que tratar de ser honestos desde un principio:
¿Conoces la raza?, ¿la has tratado?, ¿sabes de sus necesidades?, ¿cuales son tus modos y hábitos de vida?, ¿tipología de vivienda?, ¿niños en casa?, educación del cachorro, alimentación…
Todo debe ser tratado previamente. Y, además, lo hacemos de muy buena ganas y con la mejor de las intenciones. Vuestras preguntas son importantes, fundamentales.

Si podemos ayudarte aquí estamos.

¡Escríbenos o llámanos!

Fermín y Salva

¡Bienvenidos!

¡Hola a tod+s!

Desde hoy comenzamos una nueva andadura, un paso más en este mundo perro que tanto nos apasiona.

Y es que estrenamos web.

En ella vais a encontrar un poco de nuestra historia, de nuestro mundo, del entono en el que vivimos con nuestros perros y nuestro lifestyle, amigos, familia… vida.

Las mejoras siempre son revitalizantes. Cuántas son las veces que a través de redes nos preguntáis acerca del Braco de Weimar, Weimaraner, su carácter y temperamento, los cuidados de los cachorros, crianza, alimentación, educación … un poco de todo. Tratamos siempre de aportaros nuestra experiencia si os puede ser de utilidad.

Por eso hemos pensado que sería una buena idea incluir este Blog en nuestra nueva web. Y trataremos de ayudaros en vuestras cuestiones.

Si queréis dejarnos vuestros comentarios estaremos encantados de atenderos.

¡Os deseamos que tengáis un feliz día!